Por Flavia Schipper
Felisa (Beatriz Spelzini) consigue trabajo en un pueblo de Buenos Aires. El arreglo consiste en un paquete: trabajará como enfermera y cuidará de Amado (Hugo Arana) un hombre ciego y solitario que, a cambio le alquilará la casa contigua -de su propiedad- y recibirá un salario.
La mujer, depresiva y en busca de algo distinto acepta el trato. Por su parte, Amado, pasará los días a oscuras en su casa y las noches en un bar donde suele disfrutar horas bandas de hip hop y más de una vez pedirá algo más fuerte que un café. Sin comerla ni beberla, un día su hija (Marina Glezer) lo llama para que vaya a ver a Vito (Juan Ignacio Martínez) su nieto que, sorpresivamente, tuvo un accidente y fue internado en la clínica donde trabaja Felisa.
Desencontrados al principio, la convivencia entre la nueva empleada y el ciego parece trastabillar, sobretodo por el carácter áspero de Amado. Felisa, más dócil, intenta ignorar los comentarios feroces con cortesía y, por momentos, debe poner en su lugar al viejo.
Mediante recursos simples como el uso de fade outs para separar escenas y un ritmo adecuado para la intensidad de los hechos, Marcelo Mangone construye una historia conmovedora donde dos almas derruidas por el pasado se encuentran y le dan una chance al amor.
A pesar de apelar a lugares comunes en repetidas ocasiones, en Delicia (2017) se destacan los personajes construidos por Arana y Spelzini, que juegan con recursos como el tono de voz y la actitud expresada en posturas corporales y gestos para hacer de esta historia mucho más que un relato costumbrista.
Argentina, 2017 Dirección: Marcelo Mangone Guión: María Laura Gargarella Fotografía: Martín Nico Música: Darío Ramos Maldonado Montaje: Javier Favot Distribuidora: Primer Plano |
Elenco: Hugo Arana, Beatriz Spelzini, Marina Glezer, Juan Ignacio Martinez, Julián Larquier Tellarini, Alejandra Majluj, Gastón Ricaud Duración: 100 min. |